DATO CURIOSO DEL DIA: LA HISTERIA FEMENINA: EL ORIGEN DEL VIBRADOR

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¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de la histeria? Durante los años se ha convertido en un término muy común, en especial escuchar la frase “estas histérica”, pero sabes en realidad qué es la histeria. La histeria femenina, fue el diagnóstico habitual de un amplio abanico de síntomas en la era victoriana, que incluían desfallecimientos, insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, pérdida de apetito y conductas inadecuadas. Afectaba a más del 70% de las mujeres. Se convirtió en un diagnostico tan común que un médico en 1859 aseguró que una de cada cuatro mujeres estaba aquejada de histeria, lo que resulta razonable, teniendo en cuenta que el médico reunió 75 páginas de posibles síntomas y dijo que la lista no estaba completa; por lo que en breves palabras casi cualquier dolencia leve podía servir para diagnosticar histeria.

Por tanto, una enfermedad que aquejaba a tantas mujeres debía tener algún tipo de explicación u origen, a lo cual los médicos llegaron deduciendo que todo era causado por una especie de “frustración sexual” que aquejaba a la paciente. Argumentaban que el deseo sexual reprimido en éstas, traía como consecuencias los múltiples síntomas de la histeria, afectando diversas áreas de su vida. Esto parecía lógico para la época, puesto que durante el siglo XIX fue iniciado el conflicto entre el sexo como reproducción y como satisfacción. Dicho tema llegó a obtener tanto auge que los escritos médicos y maritales elogiaban a la mujer desapasionada y la apuntaban como modelo. Para aquel entonces, La mujer “ideal” sólo debía tener sexo para reproducirse pues se suponía que esto no era una necesidad, y no le reportaría ningún otro beneficio. Este “ideal” interfirió en la insatisfacción sexual de muchas mujeres, lo que impulsó la demanda creciente de tratamientos contra la histeria.

Tratamientos controversiales

Las pacientes diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como “masaje pélvico”, el cual consistía en la estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al orgasmo, que en el contexto de la época se denominaba “paroxismo histérico” al considerar el deseo sexual reprimido de las mujeres una enfermedad. Este en realidad era un método menos “intrusivo” ya que en hospitales psiquiátricos se utilizaba el “lavaje vaginal” que se basaba en colocar una gran presión de agua en la vagina para «aliviar» a las enfermas de histeria. Dichos casos eran muy ventajosos para los médicos, dado que no había ningún riesgo de que la paciente muriese pero necesitaba tratamiento constante (algo perfectamente normal para la época, ser estimulada sexualmente por un médico). El único problema era que los médicos no disfrutaban con la tediosa tarea del masaje. La técnica era difícil de dominar para un éstos y podía tomar horas llegar al “paroxismo histérico”

Creación del Vibrador

Resultado de imagen para histeria femeninaDebido a la creciente demanda del tratamiento para la histeria, diversos profesionales se encargaron de llevar a cabo investigaciones. El Doctor Jean Michel Charcot fue pionero del estudio de la histeria en el hospital de la Salpêtrière. Y en 1869, el doctor norteamericano George Taylor sería quien desarrollaría el primer aparato vibrador. Una incómoda máquina de vapor, diseñada y recomendada para el tratamiento de la histeria. Desde 1870 los médicos dispusieron del primer vibrador mecánico y en 1873 se empleó el primer vibrador electromecánico en un asilo de Francia.  Aunque los médicos de la época reconocían que el desorden provenía de la insatisfacción sexual, parecían reticentes a admitir el propósito sexual de los dispositivos empleados para tratarlo. De hecho, la introducción del espéculo (instrumento utilizado para realizar exámenes o procedimientos diagnósticos y terapeuticos de cavidades corporales manteniendo abiertos sus orificios de entrada) fue mucho más controvertida que la del vibrador.

Pero no fue sino hasta el año 1880, cansado de masturbar manualmente a sus pacientes, (lo que le hacía perder mucho tiempo con cada una, y por tanto, atender a muy pocas) cuando el doctor Joseph Mortimer Granville patente el primer vibrador electromecánico (funcionaba con baterías) de forma fálica. Se promocionaban como “instrumentos para combatir la tensión y la ansiedad femenina”. Joyas que ofrecían 1500 pulsaciones por minuto en variedades transportables, con pie de apoyo, motor a vapor, a baterías o eléctricas. El americano Hamilton Beach lanzó en 1902 el primer vibrador eléctrico para venta comercial.

Con la llegada de la electricidad en el hogar a finales del siglo XIX, la llegada del vibrador al mercado de consumo se popularizó, en especial porque ofrecía un tratamiento más económico en la intimidad del propio hogar. Un dato curioso, es el hecho de que el vibrador eléctrico llegó al mercado mucho antes que otros dispositivos “esenciales”: nueve años antes que el aspirador y diez años antes que la plancha eléctrica. Su uso como tratamiento médico se transformó en algo tan común que llego a figurar en catálogos de compañías como Sears en 1918.

Desaparición de la histeria como diagnóstico médico

Resultado de imagen para histeria femeninaDurante los primeros años del siglo XX el número de diagnósticos de histeria femenina disminuyó. Pero no fue sino hasta 1952, que la Asociación Americana de Psiquiatría declaró oficialmente que la histeria femenina no era una enfermedad legítima, sino un mito anticuado. ¿Las razones? Existen múltiples explicaciones, la principal la percepción de los médicos fue racionalizándose, Con tantos síntomas posibles la histeria era un diagnóstico donde caía cualquier estado que no se podía identificar fácilmente. También influyeron, los estudios realizados por Sigmund Freud y Jean-Martin Charcot quienes basaron sus investigaciones en profundizar el estudio de la mente, entendiendo que había algo más que la conciencia, es decir, comenzaron a descubrir la existencia del inconsciente. Freud terminó por afirmar que lo que se conocía como histeria femenina era provocado por un hecho traumático que había sido reprimido en el inconsciente, pero seguía aflorando en forma de ataques que carecían de explicación. Fue el principio de lo que hoy conocemos como psicoanálisis. Es así, como a medida que las técnicas de diagnóstico mejoraron, el número de casos decreció hasta que no quedó ninguno.

 

 

DATO CURIOSO DEL DÍA: TERAPIA DE AVERSIÓN HOMOSEXUAL

 

Para quienes aún no lo saben, hace algunos años la homosexualidad era considerada una enfermedad mental; generalmente juzgada por los estigmas sociales y morales. Fue de esta forma como los centros psiquiátricos se encargaron de vender la idea de un tratamiento para “curar la homosexualidad”, atrayendo consigo a muchas personas agobiadas, cuyo único “problema” era sentirse atraídos por personas del mismo género.

Uno de los tratamientos más utilizados en dichos centros, era la terapia aversiva en la cual el paciente se expone a dos estímulos de manera simultánea: uno de ellos es la actividad o estímulo que se desea erradicar y el otro es un estímulo que provoca cierto grado de displacer o incluso dolor. Los orígenes de este tratamiento se fundamentan en los experimentos de Pavlov pero en la actualidad no se utiliza, al menos en los países occidentales. Este tratamiento no era utilizado únicamente para “curar” la homosexualidad sino también para combatir la pedofilia o para eliminar hábitos infantiles tan inocuos como chuparse el dedo o para dejar de fumar y beber.

Según un informe realizado en el año 1987 por la American Medical Association, este tipo de terapia se comenzó a utilizar en el año 1935. En aquel momento al paciente se le pidió que fantaseara con hombres mientras recibía las descargas eléctricas. Después de cuatro meses el doctor consideró que el tratamiento había tenido un 95% de éxito. En la actualidad no se conoce cuántas personas se expusieron (de manera voluntaria o no) a este tratamiento que llegaba a ser altamente doloroso pero se conoce que era muy usual en la década de los ’50 y los ’60, sobre todo en los institutos de salud mental militares.

ALGUNOS CASOS ESCALOFRIANTES DE TERAPIA AVERSIVA

En 1962 el joven capitán Gerald William Clegg-Hill fue arrestado en Southampton y sentenciado a seis meses de terapia aversiva. Pasados tres días el capitán murió, los doctores que atendieron el caso afirmaban que su muerte se debió a causas naturales pero un examen realizado 30 años después confirmó que la causa de la muerte fueron una serie de convulsiones que le produjeron un estado comatoso, resultado de las inyecciones de apomorfina, un fármaco que produce fuertes vómitos. Así, la terapia consistía en mostrar fotografías de hombres desnudos seguidas de inyecciones de apomorfina que le provocarían violentos vómitos. De esta manera, el capitán asociaría las náuseas y los vómitos con la homosexualidad, haciendo que ésta se convirtiese en una idea repugnante que lo condujese a cambiar su orientación sexual.

En el año 1965 se produjo otro caso que llegó a los medios de la mano de la BBC, el de Peter Price, un joven que fue enviado a un hospital psiquiátrico en Chester para que se tratase su homosexualidad. En esta ocasión los doctores decidieron combinar las imágenes de hombres desnudos con electroshock y diferentes drogas de potentes efectos secundarios. Pero al mismo tiempo, otros jóvenes eran sometidos a tratamientos idénticos; como es el caso de Colin Fox, que ingresó por voluntad propia en un hospital de Manchester para intentar encajar en las expectativas de su familia y olvidar sus impulsos homosexuales. También en este caso el electroshock fue el estímulo aversivo que se unía a la presentación de imágenes de hombres en poses eróticas.

ORIGEN HISTÓRICO

Si bien es cierto que en los años 60 la homosexualidad era considerada una enfermedad mental, para la época de la segunda guerra mundial se clasificaba como un crimen. Especialmente en la Alemania nazi, en el que las personas con una orientación sexual diferente eran trasladadas a campos de concentración, donde no sólo vivían en condiciones infrahumanas, sino también fueron víctimas de experimentos atroces para “corregir su enfermedad”.  Hormonas por el recto y castración química para ‘curar’ la homosexualidad eran parte de las inhumanas terapias usadas por los nazis.

De igual forma, en la década de los 70 y 80, el psiquiatra canadiense Dr. Aubrey Levin, llevó a cabo atrocidades en Sudáfrica con su “Proyecto Aversión”. Se trataba de terapias de reconversión practicadas a soldados para volverlos heterosexuales. En la «Sala 22» se usaban técnicas como electroshocks, castración e incluso operaciones de cambio de sexo. Se calcula que unos 900 gays fueron tratados con descargas, chutes hormonales y otras terribles “terapias”. Al notar que el tratamiento no era efectivo, los individuos eran castrados químicamente o sometidos a operaciones de cambio de sexo.

El psiquiatra encargado de este proyecto era, el anteriormente mencionado Aubrey Levin. Licenciado por el Colegio de Médicos y Cirujanos de Saskatchewan en Canadá, en 1995, y luego por la Universidad de Alberta en 1998, fue profesor de psiquiatría clínica de la Universidad de Calgary hasta marzo de 2010, fecha en la que su licencia fue suspendida por el Colegio de Médicos y Cirujanos de Alberta, acusado por varios delitos de abusos sexuales cometidos contra sus pacientes masculinos.

¿Lo peor de todo el asunto? Ninguno de los fundadores y colaboradores del Proyecto Aversión fue detenido por tales barbaries realizadas hacia los individuos tratados. Otro caso que yace en la historia de la psicología y psiquiatría sin ser resuelto ante los ojos de la justicia, a pesar de atentar contra la ética de dichas profesiones y las vidas de cientos de personas.

 

 

DATO CURIOSO DEL DÍA: EL CEREBRO RETOCA NUESTROS RECUERDOS CONTINUAMENTE

Alguna vez han escuchado la frase: ¿existen dos lados de la historia? Pues quizás existan aún más, ya que de acuerdo a diversos estudios, nuestro cerebro tiene la habilidad de modificar recuerdos de forma continua. Así que probablemente, las historias que contamos no sean 100% tal cual como las vivimos. Sí, esta es una de las muchas maravillas que puede realizar ese órgano increíble, y según Journal of Neuroscience esto sucede debido al complejo funcionamiento de nuestra memoria.

Hablando un poco más sobre el lado fisiológico, es necesario acotar que la parte del cerebro conocida como hipocampo, trabaja como un sistema de edición de contenidos, en este caso con recuerdos tanto recientes como pasados, que opera constantemente, sin pausa, retocando o editando cada escena de nuestra vida.

Así que por ejemplo, cuando nos llega a la mente el recuerdo de haber sentido el amor a primera vista, no es sino el reflejo de esa edición: nuestro cerebro nos engaña al proyectar nuestras emociones actuales al momento del pasado en que conocimos a esa persona a quien quisimos. Donna Jo Bridge, investigadora en la Universidad Northwestern Bridge, ha afirmado recientemente que el diseño principal de la memoria cambiar, no reproducir los hechos, por lo que no somos testigos fidedignos. Así que como si de un rompecabeza se tratara, nuestra mente combina las experiencias del pasado y del presente para actualizar los recuerdos, de tal manera que estos “encajen” en nuestro momento actual. Muchos describen este fenómeno como un mecanismo de supervivencia, debido a que nos permite
afrontar las diversas situaciones que causan conflicto en nuestra vida.

Asimismo, en Journal of Neuroscience, aseguran que el cerebro es traidor y debido al complejo funcionamiento de nuestra memoria, en muchas ocasiones nos engaña. En el hipotálamo funciona como un editor, en el que se procesan nuestros recuerdos recientes y antiguos de manera constante, sin ningún tipo de descanso y continuamente se modifican escenas de nuestro pasado.

Una buena metáfora de esto, es pensar que nuestra mente funciona como un juego de Tetris que encaja experiencias pasadas y presentes para actualizar los recuerdos de manera que todo “cuadre” para poder mantener una vida sin trastornos mentales y poder activar nuestros mecanismos de supervivencia para sobreponernos a los obstáculos que se nos presentan.

Finalmente, es necesario acotar que esta función que lleva a cabo nuestro cerebro es fundamental. Nos permite crecer sanos emocionalmente y mantener relaciones interpersonales adecuadas. Tal como lo expresa Stephanie Figueroa (2013), “recordar es volver a vivir, y en cada memoria revivimos de una forma distinta, pues cada que buscamos en nuestra mente algún suceso o experiencia, encontramos detalles que no habíamos considerado, es decir, tenemos nueva información. Por lo tanto, reconstruimos nuestro pensamiento y le damos una interpretación distinta al mismo recuerdo en cada ocasión. Así, nos autodeterminamos y se va forjando nuestra personalidad”

DATO CURIOSO DEL DÍA: LOS BENEFICIOS PSICOLÓGICOS DE LA MÚSICA

Si alguna vez tu estado de ánimo ha cambiado gracias a escuchar música o tocar algún instrumento, estás en lo correcto. La música tiene grandes beneficios para el ser humano. De hecho Correa (2010) asegura que posee la capacidad de evocar sentimientos y estados de ánimo que pueden ser de gran ayuda para controlar, no sólo el dolor, sino el temor y la ansiedad acompañan y exageran la excepción del mismo.

Esto sucede, debido a que es una forma de lenguaje simbólico. La reacción de cada individuo frente a la música es un hecho totalmente personal, que tiene que ver con la personalidad de éste, su sensibilidad, sus motivaciones, sus recuerdos, sus patologías, su entorno cultural y social. Hay oyentes que encuentran en la música expresión de sentimientos y placer. Otros buscan la expresión de ideas abstractas, la imaginación de escenas, el estudio técnico de las combinaciones de sonido, y muchos otros se sienten conmovidos y plenamente satisfechos sonidos mismos.

Pero bueno, quizás algunas de estas cosas ya las sabían ¿las han experimentado probablemente no?. Ahora vamos a los hechos, y a los estudios realizados que comprueban esto.

Efectos de la Música en el Ser Humano

Son múltiples las investigaciones hechas para determinar los diversos efectos de la música en nuestro organismo, ya sean a nivel fisiológico o psicológico. Alberto Rubín en el 2015, hizo un listado de las diversas áreas en las que ésta interviene, aquí mencionaremos algunas:

-¿Problemas Cardíacos?: Una investigación de 2009 demostró que escuchar música reduce la frecuencia cardíaca, la presión sanguínea y la ansiedad en enfermos del corazón. De hecho, se ha demostrado que reduce el estrés y ansiedad asociados con enfermedades del corazón.

-Ayuda a mejorar la Memoria: En un estudio de 2008 se demostró que los pacientes que escuchaban música mejoraron significativamente la memoria verbal y en la focalización de la atención. ¿Por qué sucede esto? Resulta que al disfrutar de la música, se fomenta la liberación de dopamina en el cerebro, la cual está ligada a la motivación, así como también está implicada en el aprendizaje y en la memoria.

-El combustible que necesitas para Ejercitarte: Investigadores de Reino Unido demostraron en un estudio que los participantes que escuchaban a música motivacional se sentían mejor durante el ejercicio. En otro estudio, se midió el consumo de niveles de oxígeno mientras las personas escuchaban diferentes ritmos musicales al hacer ejercicio en bicicleta. Los resultados mostraron que cuando el ritmo era más rápido y sincronizado con su movimiento, sus cuerpos consumían oxígeno de forma más eficiente.

-Grandes efectos en el Aprendizaje: Helen Neville y otros investigadores realizaron una intervención en 2008 con niños de tres a cinco años para ver efectos de la música como programa de apoyo académico. Los resultados mostraron que la música como herramienta de apoyo académico es igual de poderosa que el apoyo individualizado.

-Retrasa el Envenjecimiento Cerebral: Ciertas investigaciones han demostrado que escuchar o tocar música en la madurez puede ayudar a retrasar el envejecimiento cerebral y a mantenerlo sano

 -Alimenta tu Inteligencia: Quizás no el hecho de escucharla solamente, pero si el de aprenderla, en especial a la hora de tocar instrumentos: practicar el piano si mejorará tus habilidades visuales y verbales. Así lo demostró un estudio publicado en 2008 por investigadores de la Universidad de Massachusetts.

Levanta el ánimo: ¿Quién no se ha puesto desconsolado a escuchar canciones tristes ante una ruptura amorosa? Esto es porque hasta la música triste también eleva el ánimo. De acuerdo a un estudio publicado en 2013, se disfruta la música triste porque provoca una mezcla de emociones, algunas positivas y otras negativas.

-Ayuda a que Disminuya el Dolor: Ha sido comprobado que la música puede reducir el dolor percibido, especialmente en cuidados geriátricos, intensivos o paliativos. Debido a un estudio realizado en el 2013: 60 personas con fibromialgia fueron asignadas a escuchar música una vez al día durante 4 semanas. En comparación con el grupo que no escuchó música, el grupo con música experimentó reducción del dolor y menores síntomas de depresión. Una vez más la fabulosa dopamina parece intervenir, y ayudar en la reducción del dolor.

¿OTRO HECHO CURIOSO SOBRE LA MÚSICA?

Le gana al Alzheimer!: A pesar de la devastación que provoca esta enfermedad en el cerebro y, en particular, en la memoria, una gran parte de los enfermos conserva sus recuerdos musicales aún en las fases más tardías. La musicoterapeuta de la Fundación Alzheimer de España, Fátima Pérez asegura que esto se debe a que “los recuerdos que más perduran son los que están ligados a una vivencia emocional intensa y justo la música con lo que está más ligado es con las emociones y la emoción es una puerta al recuerdo”.

Como pueden observar la música es un fenómeno extraordinario, ya sea que les guste la música clásica, el rock, el pop o lo cualquier otra tendencia…te permite conectarte con tus emociones, y mejorar diversas áreas de tu organismo. Disfruta cada parte de ella, desde sus melodías hasta sus letras, porque siempre habrá alguna canción especial, que aunque pasen décadas estará guardada en nuestra memoria y sentimientos como una de nuestras favoritas.

Autoras:

Lcda. Ana Vasconcelos

Lcda. Andrea Guerrero

¿LOS HUMANOS SON CRUELES POR OBEDIENCIA? El Experimento de Stanley Milgram

 

El ser humano desde miles de años atrás ha sido protagonista o testigo de terribles guerras, llenas de barbaries y múltiples crueldades. Unos de los hechos históricos más renombrados, por ejemplo, ha sido la segunda guerra mundial. El número de muertes injustificadas es incontable, todo por ideales creados por un capricho de poder. Conociendo esto, un psicólogo decidió estudiar éste fenómeno. Stanley Milgram realizó un experimento en que quería explicar algunos de los horrores de los campos de concentración de la segunda guerra mundial, en donde judíos, gitanos, homosexuales, eslavos y otros enemigos del estado fueron masacrados por los nazis. En los juicios posteriores a la Segunda Guerra Mundial, muchos criminales de guerra declararon que simplemente cumplieron órdenes y que no podían ser considerados responsables de sus actos.

Por este motivo, Milgram decidió establecer un experimento mediante la siguiente premisa: ¿fueron realmente malvados y desalmados o se trata de un fenómeno de grupo que le podría ocurrir a cualquiera en las mismas condiciones?

¿EN QUE CONSISTIÓ EL EXPERIMENTO?

Hace más de 52 años atrás, Stanley Milgram diseñó un experimento único. Fuertemente cuestionado desde varios puntos de vista y de un carácter muy controversial, debido al shock emocional que podía ocasionar en sus participantes. El propósito del experimento consistía en determinar si ciudadanos comunes y ordinarios de su país, eran capaces de llevar a cabo actos de brutalidad y crueldad contra otros desconocidos

Dicho proceso, se desarrolló en torno a una máquina con una serie de interruptores eléctricos. También puso etiquetas que indicaban el nivel de descarga, tales como «Moderado» (de 75 a 120 voltios) y «Fuerte» (de 135 a 180 voltios). Los interruptores de 375 a 420 voltios fueron marcados «Peligro: Descarga Grave» y los dos niveles más altos de 435 a 450 fueron marcados «XXX». El «generador de descarga» era en realidad falso y sólo producía sonido cuando se pulsaban los interruptores.

Se reclutaron 40 sujetos (hombres) por correo y por un anuncio en el periódico. Creían que iban a participar de un experimento sobre la «memoria y el aprendizaje». En la prueba, a cada sujeto se le informó claramente que se le iba a pagar por ir y que conservaría el pago «independientemente de lo que pasara después de su llegada».

Luego, el sujeto conoció a un «experimentador», la persona que dirigía el experimento, y a otra persona que se la indicó como otro sujeto. El otro sujeto era en realidad un cómplice que actuó como participante.

Al establecer los parámetros del experimento, Milgram quería conocer la respuesta a la siguiente pregunta:

«¿Cuánto tiempo puede alguien seguir dando descargas a otra persona si se le dice que lo haga, incluso si creyera que se le pueden causar heridas graves?»

Recordemos que los dos sujetos se han conocido, ambos son desconocidos agradables, y que piensan que cada uno podría estar en el lugar del otro. En forma previa se le explicaba al participante que ejecutaría los golpes eléctricos a la persona del otro cuarto y que el experimento se llevaba a cabo para determinar que los seres humanos aprenden mejor y más rápido mediante un castigo corporal. Además, se le aseguraba a quien ejecutaría el castigo que los golpes eran dolorosos a medida que se utilizaba mayor voltaje, pero que no se corría ningún riesgo en la salud del receptor

El sujeto encargado de la máquina, fue instruido para enseñar pares de palabras al aprendiz. Cuando el alumno cometía un error, al sujeto le fue indicado que castigara al aprendiz por medio de una descarga, con 15 voltios más por cada error. Ello ocurría sin que el primero pudiera ver al segundo, pero si escucharlo al recibir las descargas. El aprendiz nunca recibió las descargas, pero cuando se pulsaba un interruptor de descarga se activaba un audio grabado anteriormente.

Si se llamaba al coordinador del experimento, que estaba sentado en la misma habitación, éste respondía con una «provocación» predefinida («Continúe, por favor», «Siga, por favor», «El experimento necesita que usted siga», «Es absolutamente esencial que continúe «, «No tiene otra opción, debe continuar»), empezando con la provocación más suave y avanzando hacia las más autoritarias a medida que el sujeto contactaba al experimentador.

Si el sujeto preguntaba quién era responsable si algo le pasaba al aprendiz, el experimentador respondía: «Yo soy responsable». Esto brindaba alivio al sujeto y así muchos continuaban.

LOS RESULTADOS

Durante el Experimento de Stanley Milgram, muchos sujetos mostraron signos de tensión. 3 personas tuvieron «ataques largos e incontrolables». Si bien la mayoría de los sujetos se sintieron incómodos haciéndolo, los 40 sujetos obedecieron hasta los 300 voltios. Y 25 de los 40 sujetos siguieron dando descargas hasta llegar al nivel máximo de 450 voltios.

Cabe destacar que, antes del experimento de Stanley Milgram, los expertos pensaban que aproximadamente entre el 1 y el 3% de los sujetos no dejaría de realizar las descargas. Creían que los individuos debían poseer características morbosas o psicópatas para hacerlo. Sin embargo, el 65% no dejó de realizar las descargas. Ninguno se detuvo cuando el aprendiz dijo que tenía problemas cardíacos.

CONCLUSIÓN

Dicho experimento dio a conocer que un rasgo el comportamiento del ser humano es casi innato, y éste indica que tenemos que hacer lo que se nos dice, sobre todo si proviene de personas con autoridad. Asimismo, las terribles cifras del experimento demostraron que los seres humanos ordinarios, ante la orden de una figura con apenas un poco de autoridad (como una túnica blanca), son capaces de cometer aborrecibles brutalidades, de actuar con crueldad y desprecio por la vida, llevando a cabo actos de lesa humanidad. Si hoy existieran nuevos campos de concentración, dominados por la figura de un tirano u otras formas de autoritarismo, existiría más de un 75% de ciudadanos, que estarían dispuestos a formar parte del personal del mismo y de castigar a otros seres humanos.

A pesar de ser un experimento muy revelador, existen muchos problemas con la ética del mismo. Un estudio psicológico como éste nunca hubiera sido permitido en la actualidad en la mayoría de los países, por cuestiones éticas. Especialmente por el engaño hecho a quienes participaron, y los daños emocionales vividos a través de dicho procedimiento. La psicología es una rama abierta a diversos tipos de investigaciones, pero SIEMPRE se debe tener presente los derechos de las personas que participan en estas, y que su salud tanto física como mental no se vea afectada en el proceso.

Autoras:

Lcda. Ana Vasconcelos

Lcda. Andrea Guerrero

 

 

DATO CURIOSO DEL DÍA: EL TRÁGICO EXPERIMENTO DE JOHN MONEY, EN LOS HERMANOS REIMER

Los gemelos Bruce y Brian Reimer eran dos niños perfectamente normales que nacieron en Canadá en 1965, pero a los siete meses de nacidos ambos comenzaron a presentar dificultades para orinar. Siguiendo un consejo médico, sus padres, Janet y Ron, llevaron a los niños al hospital para someterlos a una circuncisión. Pero a la mañana siguiente recibieron una devastadora llamada telefónica. Bruce había sufrido un accidente. Los médicos habían utilizado una aguja cauterizadora en lugar de un bisturí, y el equipo eléctrico había tenido un problema que provocó un aumento en la corriente que quemó por completo el pene de Bruce.
Pasaron varios meses y los Reimer no tenían idea de qué hacer, hasta que conocieron a un hombre que cambiaría su vida, y la de los gemelos, para siempre. Era el doctor John Money un psicólogo especializado en cambios de género. El experto creía que no es tanto la biología la que determina si somos mujeres u hombres, sino la forma como somos criados. Janet Reimer llevó a Bruce a Baltimore para consultar al doctor Money. Para el experto, el caso presentaba la posibilidad de UN EXPERIMENTO IDEAL: un niño que él pensaba que debía ser criado como el género opuesto, y que incluso contaba con su propio grupo de control, un gemelo idéntico.

Si su teoría se confirmaba sería evidencia irrefutable de que la crianza podía invalidar a la biología. Además, el doctor Money creía realmente que Bruce tenía mejores posibilidades de ser feliz como mujer que como un hombre sin pene. Así que Bruce, a los 17 meses de edad, se convirtió en Brenda. Y cuatro meses más tarde se llevó a cabo la primera fase quirúrgica de su tratamiento, una castración. El experto subrayó que, si querían que el cambio de género funcionara, los padres nunca debían decirle a Brenda ni a su hermano gemelo que había nacido siendo niño.

Así que para seguir su progreso el caso fue bautizado como John/Joan. Y la identidad de Brenda fue mantenida en secreto. En una de esas sesiones anuales el doctor Money grabó que «la niña tiene muchas características de ‘marimacho’, una abundante energía física y un alto nivel de actividad y rebeldía. Y a menudo es la que domina en un grupo de niñas».

Para 1975, cuando los niños tenían 9 años, el doctor Money publicó un estudio detallando sus observaciones. El experimento, dijo, había sido un éxito total. «Nadie más sabe que Brenda es la niña cuyo caso están leyendo en los medios. Su conducta es tan normal como la de cualquier niña y difiere claramente de la forma masculina como se comporta su hermano gemelo». «No hay ninguna señal que provoque sacar conjeturas contrarias», expresó el especialista.

Sin embargo, cuando Brenda alcanzó la pubertad a los 13 años comenzó a mostrar sentimientos suicidas. Sus padres aseguraron que “Brenda no era feliz como niña, era muy rebelde. Era muy masculina y no lograba persuadirla de que hiciera algo femenino. Brenda casi no tuvo amigos durante su infancia. Todos se burlaban de ella y la llamaban la mujer cavernícola».

Ante esta situación los padres de Brenda optaron por no seguir consultando al doctor Money. Poco después hicieron algo que el psicólogo les había advertido que no hicieran: le dijeron a la niña que había nacido siendo niño. Semanas después Brenda eligió volverse David. Fue sometido a cirugía reconstructiva y eventualmente se casó. Aunque no pudo tener hijos, fue el feliz padrastro de los tres hijos de su esposa.

Pero David no sabía que había sido inmortalizado en el mundo académico y científico como el protagonista del caso de John/Joan para reasignación de género. Y cuando se enteró no podía creer que se le presentara como un «caso exitoso» en los libros de texto médicos y psicológicos que lo ponían como ejemplo en los protocolos para tratar a hermafroditas y a personas que habían perdido el pene. Cuando cumplió 30 años David sufrió una crisis de depresión. Perdió su trabajo y se separó de su esposa. En 2002 su hermano murió a causa de una sobredosis. Y dos años más tarde, cuando David tenía 38 años, la policía le informó a Janet y Ron que su hijo se había suicidado.

Por su parte, el psicólogo John Money vivió hasta los 84 años, y aunque su teoría fue refutada por diversos psicólogos, llego a ganar en 2002 la medalla Magnus Hirschfeld de la Sociedad alemana para la investigación científico-social en sexualidad. Durante su carrera generó múltiples controversias sobre sus perspectivas acerca de la sexualidad. Especialmente en temas como las cronofilias, incluyendo infantofilia, efebofilia y pedofilia. En su opinión, tanto los investigadores sexuales y el público no hacen distinciones entre pedofilia afectiva y la pedofilia sádica. Money creía que la pedofilia afectiva era sobre el amor y no el sexo.

Este caso nos deja una gran advertencia, sobre el código de ética que debemos tener siempre presente, al ejercer una profesión tan delicada como la psicología. Las investigaciones siempre son importantes, y serán un gran avance en el mundo científico, pero deben ser realizadas con gran precaución, respetando SIEMPRE los derechos e integridad del ser humano.

Autoras:

Lcda. Ana Vasconcelos

Lcda. Andrea Guerrero

DATO CURIOSO DEL DÍA: LOBOTOMIAS

Hoy estrenamos un nuevo segmento en nuestro blog, dedicado a todas las cosas curiosas, fascinantes y, quizás también aterradoras del mundo de la psicología. Y lo iniciamos dando a conocer el famoso método de “La Lobotomía”. Si muchos consideran que los tratamientos médicos para enfermedades mentales actualmente son excesivos o rudos, aún no han conocido gran parte de la historia de los primeros procedimientos para estos. Y es que antes que inventaran los antipsicóticos o ansiolíticos, las terapias de electroshock, privación del sueño y uso de sanguijuelas eran algo sumamente común para lidiar con los síntomas de un trastorno mental. Entre esas despiadadas terapias se encontraba la lobotomía.

La lobotomía era un procedimiento quirúrgico, que básicamente quitaba o destruía parte de la corteza frontal del cerebro, para  desconectar el tálamo del frente. (Suena rudo, ¿no?). La idea de la cirugía, que años después fue comprobada como catastrófica, era que estos nervios de alguna manera estaban mal formados o dañados, y que si se destruían podrían regenerarse a conexiones saludables. Es así como su objetivo se convirtió en mejorar síntomas y estados psiquiátricos de agitación profunda, angustia, depresión o preocupación, compulsiones incontenibles o dolores incorregibles. Las condiciones médicas que eran tratadas con la lobotomía regularmente eran neurosis crónica obsesiva, tensión crónica, ansiedad crónica, y depresión crónica y esquizofrenia.

ORIGEN

El procedimiento fue dado a conocer en Estados Unidos por Walter Freeman, quien no tenía licencia de cirujano y que también inventó “el procedimiento de la lobotomía del “pica-hielo”: Freeman utilizó literalmente un pica-hielo y un mazo de caucho en vez del procedimiento quirúrgico estándar. Como muestra del escaso profesionalismo de Freeman, al realizar el procedimiento martilleaba el pica-hielo en el cráneo apenas sobre el conducto lacrimal y lo movía hasta cortar las conexiones entre el lóbulo frontal y el resto del cerebro. Lo más insólito de este hecho, es que el sujeto, realizó lobotomías a lo largo y ancho de los Estados Unidos entre 1936 y los años 50.

TIPOS DE LOBOTOMÍAS

Había tres versiones comunes de esta cirugía que eran, leucotomía pre-frontal, lobotomía prefrontal, y lobotomía transorbital. Siendo la última mencionada la más infame; la cual era una operación “a ciegas”, ya que el cirujano no sabía con certeza si había cortado los nervios o no. Un objeto filoso parecido a un pica-hielos se insertaba en el hueco del ojo, entre el párpado superior y el ojo. Cuando el médico pensaba que ya estaba en lugar correcto, golpeaba el extremo del instrumento con un martillo.

CONSECUENCIAS DE LAS LOBOTOMIAS
Una lobotomía realizada con “éxito”, podía provocar cambios significativos en el comportamiento del paciente. Los doctores argumentaban, que en los pacientes psicóticos, se producían “mejorías” y calmaban al individuo para que pudiera tener una vida “relativamente normal”. Sin embargo, las lobotomías solían tener diversos efectos negativos. En el peor de los casos, podía causar la muerte, pero también podía causar daño cerebral grave, resultando en lo que es conocido como retraso mental del paciente. Estos también podían entrar en coma y en estados vegetativos persistentes después de las lobotomías.

El FIN DE LAS LOBOTOMIAS: LOS ANTIPSICÓTICOS

A pesar de haber existido suficiente evidencia, sobre los terribles resultados de las lobotomías, las operaciones continuaron por décadas. En última instancia entre 40.000 y 50.000 pacientes fueron lobotomizados, con poco o sin cualquier estudio de seguimiento para considerar si el tratamiento era eficaz. Las lobotomías como forma de tratar la enfermedad mental eran una barbarie, que sólo pudo ser frenada con el desarrollo de anti-psicóticos. No fue sino hasta 1967, que se realizó la última lobotomía. Es así como, gracias a los avances científicos y tecnológicos, los años de la horrible lobotomía ahora se estudian generalmente como una fase cruel en la historia de la psiquiatría.

Autoras:

Lcda. Ana Vasconcelos

Lcda. Andrea Guerrero