Disortografía

Se define como la dificultad en la asociación del código escrito y las normas ortográficas, ocurriendo una alteración en el momento de integrar las normas ortográficas y la grafía o entre el sonido y la grafía, es decir es un trastorno de  la ortografía, siendo  muy común en niños que inician su escolaridad. Cabe destacar que se puede presentar asociado a otro trastorno del lenguaje o como diagnóstico único.

Con frecuencia, se confunde con la dislexia, pero es importante señalar que ésta se caracteriza por la presencia de dificultades a nivel de la lectura. Por su parte,  en la disgrafía, la alteración existe en la expresión escrita. A continuación, señalaremos  aspectos a considerar para la adquisición de la ortografía, dentro de los que destacan:

  • Procesamiento y memoria visual. Son elementos determinantes para el desarrollo de la misma, ya que permiten retener la imagen de la palabra y su forma de escritura adecuada.
  • Procesamiento y discriminación auditiva. Permite tener claridad del sonido y evitar sustituciones, así como también recordar la palabra de manera verbal.
  • Orientación espacial. Aquí resalta la capacidad de establecer simetrías y ritmos que nos permiten construir uniones y separaciones adecuadas de las palabras.

Del mismo modo, se debe mencionar que una alteración en alguno de los procesamientos descritos anteriormente, puede ser el causante de la aparición de éste trastorno, enmarcado dentro de las causas perceptivas, mientras que las dificultades en la adquisición del lenguaje y el conocimiento del vocabulario conforman las causas lingüísticas, así como también existen causas de origen pedagógico, debido a la implementación de técnicas inadecuadas y ortodoxas en la enseñanza de la escritura.

Algunos autores como Tsvetkova (1997) y Luria (1980), la clasifican en diversos tipos, denominados:

  • Disortografía temporal: existe una alteración en la percepción del tiempo, sucediendo una confusión en los aspectos fonéticos del discurso hablado y su correspondiente transcripción escrita, evidenciándose en la separación o unión de elementos de manera inadecuada.
  • Disortografía perceptivo-cinestésica: son dificultades en la articulación de fonemas y la discriminación auditiva, es común la presencia de errores de substitución de letras como la “r” por “l”, condición que se manifiesta también al momento de hablar.
  • Disortografía distorcinética: alteración en la secuenciación fonemática del discurso, evidenciándose en la ordenación y secuenciación de elementos gráficos, unión y fragmentación de palabras.
  • Disortografía visoespacial: se refiere a la alteración en la percepción visual, relacionado con la orientación espacial, comúnmente manifestado en la rotación de letras, como la “d” por “b” o “q” por “p”.
  • Disortografía dinámica: existe alteración en la expresión escrita de aspectos como la gramática, aquí se refiere a elementos en el orden de una oración, o la coordinación entre género y número.
  • Disortografía semántica: en este se evidencia la dificultad en el análisis conceptual de las palabras, originando uniones o separaciones de las mismas, así como también el uso de señales diacríticas o signos ortográficos.
  • Disortografía cultural: se refiere a la incapacidad para el aprendizaje de la normativa ortográfica, a las propias reglas de la ortografía como la acentuación, el uso de H o B/V.

Tratamiento

El tratamiento varía para niños y adultos, en los niños el trabajo se debe realizar desde el hogar y la escuela, implementando aspectos lúdicos y recreativos en la enseñanza del uso de las palabras, no debe limitarse sólo a lectura, copia y dictado, los cuales a pesar de ser la base de la enseñanza en la ortografía, pueden convertirse en algo agobiante para un niño; por ende se recomienda el uso de otras técnicas que lo complementen.

Es importante a mencionar que las técnicas a implementar se deben adecuar según sea el tipo de disortografía que presente el niño. Si es visoespacial, se puede emplear el completar palabras, utilizando frases grandes con colores y cartulinas. En el caso  de alteraciones en el ritmo, se puede realizar golpes al pupitre o aplausos para al momento de la separación de las palabras, entre otros.

Para los adultos con problemas de disortografía, lo principal es acabar con el facilismo, del que nosotras también somos culpables. Tenemos diccionario en la computadora, en el teléfono celular,  en todo lo que podamos colocarle, el cual nos genera mucha comodidad, y también grandes olvidos. Se encarga de corregirnos y colocar hasta los acentos, por tal motivo poco a poco vamos olvidando como hacerlo. ¡Así que hoy es un buen día para acabar con ese facilismo y eliminarlo!

La lectura es otro gran aliado. Leer interesados no sólo en lo que está escrito, sino también en cómo está escrito, es una buena manera de aprender la correcta escritura de las  palabras.

Autoras:

Lcda. Andrea Guerrero

Lcda. Ana Vasconcelos

¿Qué sabemos sobre el Cáncer?

El cáncer es una de las enfermedades más comunes y más temida de la actualidad, mucho se escucha hablar de esta y poco se entiende de la misma. A nivel social nos han educado para asustarnos ante la mención del cáncer, y de forma automática la asociamos con la muerte, a pesar que actualmente es una de las enfermedades crónicas con mejor pronóstico. Es por ello, que en psicocontexto dedicaremos el siguiente artículo, a las personas que de una u otra manera han vivido o han visto a alguien pasar por esta travesía, esperando aclarar dudas y acabar con algunos mitos sobre la misma.

Iniciaremos dándole una definición al cáncer, el cual es una alteración que se produce en nuestras células, quienes cambian su comportamiento de división celular, perdiendo su capacidad de regulación y autodestrucción. Cabe destacar que, el ser humano es un organismo pluricelular, que posee alrededor de 85 billones de células; por ende, todos estamos expuestos a padecer esta enfermedad. Ahora bien,  por qué en algunas personas se desarrolla y en otras no, los científicos argumentan la existencia de factores desencadenantes, dentro de los principales se encuentran:

  • Factor genético o hereditario. Se ha demostrado que algunos tipos de cáncer, como el de mama, poseen una mayor frecuencia en ciertas familias que en otras.
  • Carcinógenos físicos, químicos y biológicos. Como los componentes del humo del tabaco, las radiaciones ultravioletas, las infecciones causadas por virus o bacterias, entre otros.
  • Factor psicológico. Este es un campo de estudio relativamente nuevo, hasta hace algunos años se empezó a considerar la variable psicológica, como incidente en el desarrollo de esta enfermedad. Autores como Pietro, argumentan que el estrés es el que posee mayor influencia, debido a su considerable efecto en el sistema inmunitario.

Es importante señalar, que así como existen factores psicológicos que pueden ser detonantes en el origen de esta enfermedad, también con el inicio de la misma, se desencadenan una serie de cambios a nivel emocional y mental, que van desde instancias previas al diagnóstico, en el tratamiento, recuperación y la  reinserción a la cotidianidad del paciente y sus familiares. Dichos factores se pueden observar en el siguiente video:

Cabe destacar, que muchas veces nosotros los espectadores le concedemos mayor importancia a las alteraciones físicas, que observamos en las personas que están atravesando por esta situación, pocas veces somos conscientes que de la mano de estas existen una serie de alteraciones psicológicas y emocionales. Desde que comencé a trabajar con pacientes oncológicos, he comprendido que los cambios internos son muchísimo más importantes que los externos, que existe la tendencia de zonificar al cáncer y al paciente, es decir, se habla del cáncer de seno, cáncer próstata o cáncer de pulmón, entre otros.

Sucede con mucha frecuencia, que el personal sanitario empieza su trabajo enfocándolo solo en la parte del cuerpo afectada, se escucha llamar a la persona como “el paciente con cáncer de seno”,  etiquetando al individuo, enajenándolo. Si, está bien, el cáncer inició en una zona del cuerpo determinada, pero desde que fue diagnosticado está afectando a un ser humano, los cambios lo experimentan a nivel global, porque no es sólo la pérdida de un seno, es lo que representa esto para la persona, “para ti”.

Es por eso, que cuando hablamos de esta enfermedad no se debe olvidar, que existía Juan antes de ser diagnosticado con cáncer de garganta, y que existía María antes que le informaran que tiene cáncer de seno, que poseen características de la personalidad que los definen y los hacen diferentes. Por ello, a pesar de lo que muchos piensan, no todos los pacientes reaccionan igual ante el diagnóstico, ni afronta la enfermedad de la misma forma, tampoco lo hacen sus familiares. Por ende, establecer generalidades o suposiciones de cómo deberían ser las cosas asumidas o la enfermedad afrontada, tiene un efecto represor en las emociones de todas las personas involucradas.

Es común que se sienta tristeza, miedo, angustia, desesperanza, rabia, frustración y nostalgia; ¡es más!, está comprobado que los pacientes que aceptan y se permiten vivir estas emociones y sentimientos, al igual que su sistema familiar, asumen un mejor mecanismo de afrontamiento durante este largo proceso, a pesar de lo que muchos opinan, permitir sentir todas estas emociones es el primer paso para superarlas.

Otro aspecto a mencionar, son los comentarios alrededor de un paciente oncológico, que en vez de ayudar lo que hacen es incrementar los niveles de ansiedad y preocupación en el mismo, es muy común que escuchen cosas como: “mi tía paso por lo mismo, tomo un remedio casero y se sano”;  “ la mamá de Pedrito, tenía lo mismo que tú y si le hicieron mastectomía por qué a ti no”; “¡ay pobre de ti!, la abuela de Juan murió el año pasado de eso”. ¿Qué genera esto? , que el paciente llegue a consulta con grandes niveles de angustia a hablar sobre estos comentarios. Por ello vamos a hacer hincapié en esto, nadie más que los médicos tratantes saben qué es lo mejor para ti y cual tratamiento se adecúa mejor a tu organismo, así dos personas tengan el mismo diagnóstico, no significa que las dos respondan de igual forma al mismo tratamiento, por eso este puede cambiar.

Una anécdota que me hizo entender lo importante que es educar al paciente sobre solo seguir instrucciones médicas, ocurrió una vez en la sala de espera de radioterapia luego de terminar una actividad grupal algunos pacientes se quedaron conversando, y una plática llamo mi atención: un paciente que tenía la garganta muy irritada al punto de imposibilitarle el hablar bien, (esto es un efecto del tratamiento de radioterapia cuando se aplica a esta zona), escuchaba atentamente el consejo que le realizaba otra paciente que estaba recibiendo radio en el seno. Ésta le comentaba “yo creo que si tú te hicieras la radio con una bocanada de agua en la boca no se te reseca”; cuando el técnico escucha esto exclama “ni se te ocurra”, porque en el momento que el agua reciba las radiaciones se vuelve venenosa.

Por tal motivo, es importante destacar que aunque los consejos que se imparten no sean con mala intención, debemos tener cuidado con lo que decimos, porque en vez de ayudar podemos empeorar la situación, para ti como paciente lo mejor es seguir las instrucciones médicas y si tienes dudas no temas en preguntarle a tu especialista, es más, conforme vayan apareciendo incógnitas las puedes ir anotando para preguntarle a tu medico la próxima consulta que tengan. Y para ti familiar o amigo, muchas veces es necesario tener prudencia con los comentarios que se realizan, un abrazo bien intencionado, vale más que un comentario para salir del paso.

Otro aspecto a señalar, y que sucede regularidad es algo que yo llamo el “Síndrome del Fuerte”. Éste es muy común en los pacientes y sus familiares; siendo el causante desde mi perspectiva, de la mayoría de los problemas a nivel familiar, provocando escasa comunicación entre ambas partes. Vamos a esclarecerlo con el siguiente ejemplo: la mamá tiene cáncer, entonces tiene que ser fuerte por sus hijos. Ésta  fortaleza es entendida como nunca mostrarse triste delante de ellos, no llorar, no molestarse, en general, que reprima todo lo que siente. Por otra parte, la hija de esta paciente tiene que ser fuerte por su madre, entonces jamás llora delante de ella, nunca le comenta sus miedos o preocupaciones, y es así como se van creando muros de concreto entre ambas partes, que en vez de ayudar bloquean las relaciones. En el próximo video podemos observar un ejemplo muy claro de esto, con la experiencia de una familia al afrontar el cáncer:

Aquí debemos tomar consciencia, de la relevancia que posee estrechar los lazos de confianza y apertura, para poder decir lo que se siente y piensa, porque al final la madre del ejemplo anterior,  igual percibe lo que está sintiendo su hija, como la hija lo que siente su madre. La verdadera fortaleza radica en la capacidad de expresar lo que sentimos, de aceptar que tenemos miedo y tristeza, de saber que no somos invencibles..

Para finalizar queremos decirte que, el tener cáncer no significa el fin del mundo, significa un mundo nuevo por descubrir, en el que muchas veces sentirás desesperanza y frustración,  algunas ocasiones querrás tirar la toalla, pero te aseguro encontraras mil razones para luchar con más fuerza cada día. Es normal que sientas miedo por ti y por tus familiares; la comunicación entre ambos es el pilar más importante para fortalecer la relación.  Jamás volverás a ser la persona que eras antes del diagnóstico, porque ahora serás más fuerte y consciente de las cosas a tu alrededor, aprenderás a ver las cosas desde otra perspectiva y a valorar el aire que respiras. Una prueba de ello lo puedes observar en el siguiente video:

Recuerda que:

El cáncer te puede quitar cosas importantes como tu cabello, tu seno, tu voz o ir desmejorando tu estado de salud, pero es importante que sepas que hay otras cosas a las que no tiene alcance, porque no dependen de  él sino de ti, como tu amor propio, tus ganas de vivir y sonreír, el disfrutar con tus amigos, el amor de tus familiares, tus sueños, tus metas, tus valores, tus logros y por sobre todas las cosas tus ganas de seguir luchando.

Lcda. Andrea Guerrero

Lcda. Ana Vasconcelos

EL BRUXISMO

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin propósitos funcionales. En el ámbito psicológico entra en el grupo de las parasomnias, como una conducta de tipo vigilia durante el sueño. El bruxismo afecta entre un 10 % y un 20 % de la población; y puede traer consigo dolor de cabeza y dolor de los músculos de la mandíbula, cuello y oído. Asimismo, provoca que los dientes duelan o se aflojen y llegan literalmente a pulverizarse o desmoronarse. Ademas de destruir el hueso que soporta el diente y causar problemas de articulación, tal como el síndrome de la articulación temporomandibular.

La causa principal del bruxismo es psicológica, aunque otros factores pueden contribuir a este problema, como un alineamiento anormal de los dientes superiores e inferiores (maloclusión). Muchas investigaciones sugieren  que el bruxismo es la expresión inconsciente y física de emociones que no se reconocen o expresan libremente, como ansiedad, frustración o ira, siendo el rechinar de los dientes el factor que libera o elimina toda la presión experimentada por el individuo durante el día.

Ciertas investigaciones confirman la existencia de un factor psicológico, como la realizada por Moncada, (2009) en la que se identifica lo siguiente:

– Algunos estudios han identificado rasgos de personalidad en personas bruxistas estableciendo que estos poseen rasgos de personalidad reservados, rígidos, cautelosos, aprehensivos y distantes, prefieren las cosas más que las personas, evitan compromisos y son afectados por sentimientos de inferioridad, presentan tendencia a angustiarse y con dificultades en la expresión de emociones, además de ser impulsivos, irritables, pesimistas, críticos y perezosos.

– Otros estudios destacan las dificultades de los pacientes bruxistas en expresar reacciones de agresividad hacia lo externo, dirigiendo la agresividad hacia ellos mismos. La expresión de emociones y deseos quedan bloqueados y almacenados en su mundo interno, a la espera de una mejor resolución.

– En otras investigaciones se encontró que estas personas tienen dificultad para expresarse, mostrándose aprehensivos y tendientes a preocuparse en exceso.

-También se señala que las personas que no pueden afrontar situaciones conflictivas y las rehúyen, tenderían a desarrollar Bruxismo.

Recomendaciones

En cuanto a un tratamiento global, lo esencial es asistir a un ODONTOLOGO para que revierta los daños causados a nivel físico.

Por otra parte, en el enfoque psicológico, existen diversas medidas que se pueden tomar para combatir el bruxismo, entre las cuales destacan:

-Aprender a comunicarse asertivamente. De esta forma no guardarás contigo las cosas que te hicieron enojar, pero que no te atreviste a expresar por miedo, y éstos no se somatizarán mediante el rechinar de los dientes.

-Expresar tus emociones. Cuando no expresamos lo que sentimos, nuestro cuerpo lo hace a través de diferentes síntomas.

-Buen manejo del estrés. Si combates el estrés mediante actividades  positivas (hobbies, ejercicios, meditación, entre otros), este no tendrá la necesidad constante de ser eliminado durante tus horas de sueño.

-Si estas recomendaciones no funcionan, busca ayuda psicológica. A veces mediante la psicoterapia se puede trabajar de mejor forma la ira reprimida, y todos aquellos factores inconscientes que generan malestar a nivel físico.

Autoras:

Lcda. Ana Vasconcelos

Lcda. Andrea Guerrero

El ARTE DE QUERERTE

Esta semana queremos hablar de un tema realmente importante y que muchas veces evitamos: el amor propio. Tal vez sea un título muy cursi el que escogimos para el articulo, pero en realidad eso es un arte; ¿por qué? Muy simple, pocos usan su talento, pocos lo aprecian, y pocos conocen la verdadera importancia que tiene. Quizás muchos están pensando en este momento “no necesito leer esto, yo me quiero”, pero detente por un segundo y responde estas preguntas. ¿Existe alguna parte de ti que desearías cambiar físicamente?, ¿te preocupas constantemente por cómo se sentirán tus seres queridos por tus acciones?, ¿has postergado una relación amorosa que quieres terminar por no estar sólo?, ¿constantemente tienes dificultad para decir “no”?, ¿te has reprochado por hacer algo mal?, si la mayoría de las respuestas a estas preguntas son “sí”, entonces es necesario trabajar un poco más en TU bienestar, en quererte, y respetarte.

Pero, ¿por qué nuestra autoestima se ve afectada constantemente, si hacemos lo posible por sentirnos bien? Existen muchos motivos por los cuales ocurren estas situaciones, entre los que destacan:

-LA SOCIEDAD, aunque nos cueste admitirlo vivimos es una sociedad frívola, en la que desde pequeños nos imponen modelos de comportamiento y de estética; es por ello, que una chica que mide 1.70 y pesa 65 kilos, a pesar de poseer un peso adecuado para su estatura, decide adelgazar 10 kilos porque quiere tener un cuerpo “ideal” y todas las personas le continúan diciendo “estás gordita”. ¿Qué sucede luego? Cuando por fin adelgaza todos la elogian, cosa que no hacían antes, a pesar que se veía igual de bien; o por el contrario, le dicen “!Dios mío!, estás anoréxica”. ¿Comienzan a ver la disyuntiva?, con este ejemplo no queremos decir que no se cuiden o dejen de hacer ejercicios, al contrario, es algo muy positivo para la salud, sólo no lo hagas por complacer a los demás, cuídate por Tu bienestar. Porque al final de cuentas, ellos no vivirán ni sentirán tus emociones, TÚ lo harás. Un ejemplo, de como influye la sociedad a medida que crecemos, lo podemos ver en el siguiente vídeo:

-EL EXCESO DE ALTRUISMO: La Real Academia Española define el altruismo como la diligencia en procurar el bien ajeno, aún a costa del propio. El altruismo es una práctica hermosa, ¡claro que sí!, el problema es cuando esto rige todos los aspectos de nuestra vida, incluso el emocional. Son diversos los casos que he escuchado en pacientes oncológicos; una vez, por ejemplo, una madre de familia sentía un bulto en su seno izquierdo, se realizó los exámenes y en efecto era cáncer de mama, pero jamás dijo nada a sus familiares “porque no quería preocuparlos ni hacerlos sentir mal”, cuando, por fin, los hijos descubrieron lo que tenía debido a la presencia de tantos malestares, el tumor había crecido el doble y existían más riesgos quirúrgicos para removerlo.

Y esto no sólo pasa con nuestros familiares, incluso muchas veces tememos decir “no” por miedo a ser rechazados, y terminamos haciendo cosas que no son nuestra prioridad, volviéndonos complacientes. Lo peor de esto, es que existen personas que pueden aprovecharse de ello, y se valen de tu personalidad para lograr cosas para su bienestar. Es de VITAL importancia que te des el mismo valor que les das a los demás. El dicho rayado de “¿si no te amas, como esperas que los demás te amen?”, es muy cierto. A veces, es necesario ser egoístas y pensar más en nosotros, pues cuando te enfermas y somatizas todas tus emociones no son los demás quienes se sienten mal, eres tú. 

-MIEDO A LA SOLEDAD: Una paciente de 30 años llegó a consulta porque no se sentía a gusto en su relación de pareja, a pesar de que llevaba varios meses con este. Afirmaba: “es que lo veo feliz, me sentiría demasiado mal haciéndolo sufrir”, la pregunta clave fue: “¿tú eres feliz?”, la respuesta de la chica fue clara: “no, pero al menos no estoy sola”. La soledad es algo más temido que el “Jinete sin Cabeza” o ‘La Llorona’, es impresionante como esto hace que muchas personas sientan tristeza, temor e incluso depresión.

Respecto a ello, la escritora Maytte Sepúlveda en su libro «Pasión por la Vida» expresa que esto sucede debido a que “hemos sido enseñados a vivir en función de otros, siempre buscando compañía de los demás. En el pasado el hombre vivía más aislado y en contacto con la naturaleza y por esta razón le era sencillo vivir consigo mismo y en paz. Hoy en día hay personas que cuando llegan a casa encienden las luces, el televisor y se ponen a hablar por teléfono para no enfrentar el silencio y la soledad que experimentan. Ellas han perdido la capacidad de pensar en sí mismas, tienen el temor de reconocer y enfrentar sus inseguridades y vacíos”. Es así como nos deprimimos por estos agujeros emocionales, y en muchos casos intentamos llenarlos saturándonos de comida, alcohol, o saltando a relaciones amorosas, que no nos hacen felices, ¿Por qué?, porque ellos no se tapan con cosas externas, los tienes que llenar con aceptación, tolerancia, paciencia y amor propio.

-SOBREEXGINCENCIA: Este es un aspecto en el que me siento muy identificada, porque yo experimentaba esto muy a menudo y aún sigo trabajando en ello. La sobreexigencia viene acompañada de rasgos obsesivos, así que no te sorprendas que alguien perfeccionista sea igual de exigente consigo mismo. Un ejemplo de esto, me sucedía con los estudios, siempre en mi crianza intervino la presión de obtener excelentes calificaciones, por lo que crecí siendo sobreexigente conmigo misma, tanto que en el momento de sacar 17ptos en vez de 20ptos (la escala más alta de puntuación en Venezuela) me sentía como la peor persona del mundo y mis niveles de frustración eran muy altos. Luego, al ir creciendo y con ayuda de mi terapeuta (sí, los psicólogos también necesitamos psicoterapia), comprendí que no era justo para mí que me hiciera daño de esa forma, y que la frustración afectaba, en gran manera, a mi autoestima, más que cualquier otro agente externo. Entonces, con esto no quiero decir que es perjudicial estudiar y sacar buenas notas, ¡no!, sólo que se debe hacer de una forma sana. Si no obtuviste una calificación tan alta, si algo no te salió tan bien como querías; igual ¡felicítate!, porque es algo que lograste con esfuerzo y quizás para la próxima te saldrá mucho mejor.

-LAS COMPARACIONES: ¡Qué terribles son las comparaciones!, y lo peor es que son inculcadas desde nuestra crianza, con nuestros hermanos, primos o incluso vecinos. Es típico escuchar: “tu hermana no se comportaba así cuando estaba en el colegio” o “yo no sé porque este niño me ha dado tanto trabajo, si el primero era tan tranquilo”. (Padres, si están leyendo esto: POR FAVOR evítenlo a toda costa) Sus consecuencias tienen gran impacto en nuestra salud mental, porque crecemos creyendo que la vida es una competencia en la que los demás son mejores que yo, o yo soy mejor que los demás. Si veo que mi compañero de universidad consiguió trabajo antes que yo, me siento mal; sin ver que, a lo mejor, puedo emprender un negocio propio. Si mi amiga adelgazó pero yo engordé me siento como la persona más horrible del planeta. Y así pasamos toda la vida comparando nuestros éxitos, nuestro cuerpo y nuestra personalidad con la de los demás; sin pensar que, cada uno de nosotros, somos ÚNICOS. Si nos concentramos más en nuestros proyectos y no realizamos comparaciones, los niveles de frustración bajan muchísimo, sentiremos menos presión y libertad de expresar nuestras ideas, porque estas fluirán de maravilla al concentrarnos en nuestras prioridades.

CÓMO PODEMOS MEJORAR ESTAS SITUACIONES

Para muchos es realmente difícil trabajar en esto, en empezar a querernos más, pero una vez que lo hacemos parte de nuestro estilo de vida, todo cambia por completo y sentirás menos preocupaciones. Y ¿Cómo lo logramos?, aquí te brindamos ciertas recomendaciones: 

-Aprende a disfrutar de tu propia compañía. Cambia tu forma de percibir la soledad, aprovecha ese tiempo para realizar cosas que siempre quisiste hacer, planifica nuevos proyectos, aprende una habilidad; aprovecha que estás solo en ese momento para darle a tu vida la dirección que has deseado desde hace años.

-Toma acciones. Cuando sólo nos quejamos, sentimos que nos ahogamos en un vaso con agua, ya que no hacemos nada al respecto para cambiar la situación que nos agobia.

-Realiza cosas que te proveen felicidad y bienestar. No está mal que te preocupes por tus seres queridos, pero también debes pensar en ti, especialmente en tu salud física y mental.

-Valórate. Todos somos únicos, todos tenemos habilidades diferentes, diversos tipos de belleza. Mientras los demás son buenos, para ciertas cosas, tú puedes ser excelente en lo que te gusta. Lo importante es que te enfoques y te lo propongas, tienes miles de talentos que aún estás por descubrir, pero el primer paso para hacerlo es aceptar que eres capaz de lograr todo lo que te propongas. Sólo necesitas tres ingredientes principales: confianza en ti mismo, constancia y esfuerzo. Y el primer paso para hacerlo es confiando en tí, por muy loco que parezca la mayoría del tiempo las personas cercanas a nosotros ven mejor nuestras cualidades que nosotros mismos. No nos crees? mira el experimento realizado en el siguiente video:

-Si deseas realizar cambios en tu estilo de vida, hazlo libremente, sin que alguien te lo imponga. Pasar la vida complaciendo a los demás, sólo creará en ti vacíos emocionales, porque nunca podrás complacer a todos.

-No seas tan duro contigo mismo. NADIE es perfecto, y eso es genial ya que de nuestros errores también aprendemos. Recuerda que hubo un tiempo en el que fuimos infantes, y si nos caíamos, llorábamos…pero siempre nos volvíamos a levantar.

Finalmente, nos despedimos con este hermoso video. Invitándote a conocerte mejor, a darte una oportunidad de descubrir las aptitudes que posees y sacar lo mejor de ellas. Cuando lo hagas, te darás cuenta de lo mucho que puedes lograr con tan solo dar el primer paso: aceptarte a ti mismo.

Nunca te olvides de lo importante que es el TE: amaTE, respétaTE y valoraTE.

Autoras:

Lcda. Ana Vasconcelos

Lcda. Andrea Guerrero

Procrastinación

Sabían que cuando aplazan  las cosas con frecuencia, buscando excusas para retrasar su comienzo, se le  conoce como procrastinar?. Al cerebro se le dificulta el comenzar actividades y aún más si estas no nos atraen, como ir al dentista o realizar ejercicios. Es importante señalar que el 24% de las personas se reconocen como procrastinadoras, con tendencia a postergar de forma sistemática aquella tarea que deben realizar, al igual que con una pésima gestión del tiempo, hecho que intentan compensar con la demostración de un exceso de confianza y engañándose así mismos, frases como “yo trabajo mejor bajo presión”, son un ejemplo de esto, y aunque en ocasiones puede ser cierto, se debe mencionar que estas trabajan bajo presión, porque generalmente posponen las cosas con tanta frecuencia que no tienen más remedio que hacerlo, entonces en vez de distribuir su trabajo, en el tiempo de entrega de los quinces días pautados, lo hacen en los últimos dos con un gran nivel de ansiedad y estrés.

Se cree que sus principales causas son debido a los trastornos del estado de ánimo como depresión y distimia, los cuales generalmente producen un letargo en la persona, al igual que el perfeccionismo, los individuos que son muy perfeccionistas tienden a postergar las cosas porque nunca sientes que están lo suficientemente bien como para terminarlas, del mismo modo que las personas que poseen muchas ideas y no tienen la capacidad de concretarlas.

Algunas recomendaciones pueden ser:

Recompensarte  con algo que te guste, cada vez que realices actividades que no te parezcan atractivas, por ejemplo al comediante y escritor Jerry Seinfeld le daba pereza escribir, así que cada vez que se sentaba a hacerlo, colocaba un paquete de sus galletas favoritas a su lado, cuando terminaba de escribir se comía como recompensa unas cuantas galletas.

La técnica de los 5 minutos: pautar realizar la actividad solo por 5 minutos, es decir voy sentarme a hacer el trabajo para la universidad solo por 5 minutos, engañando a tu cerebro para que no procese muchas excusas, al fin y al cabo solo vas a trabajar una corta cantidad de tiempo, pero pasados los 5 minutos el cerebro creará la suficiente ansiedad para continuar y se involucrara con la actividad hasta terminarla.

¿Y si somos inteligentes con nuestras emociones?

El hombre es un ser pensante, que posee raciocinio una de las principales características que nos diferencian de otros seres vivientes, entendemos por el mismo como la capacidad de resolver problemas, de utilizar la lógica de discernir y tener un pensamiento crítico,  entre otros. Ahora bien si contamos con esta capacidad ¿Por qué con frecuencia observamos a personas discutiendo e insultándose en las calles, por qué vemos a padres golpeando a sus hijos, por qué  existen personas que maltratan animales, por qué el diagnostico de personas depresivas aumenta?, es muy sencillo es que no entendemos ni sabemos controlar nuestras emociones. Gracias a sus comentarios e  ideas, esta semana en psicocontexto nos enfocaremos a hablar sobre las emociones esperando aclarar sus dudas y brindar herramientas que puedan aplicar en su vida.


Iniciaremos definiendo emoción, palabra que proviene del latín y significa “incitar” o “mover a”, por tanto se pueden entender como impulsos que nos llevan a actuar ante determinadas situaciones desencadenantes de los mismos, como por ejemplo, si cruzamos la calle y un auto toca su corneta el miedo generalmente puede ocasionar dos tipos de reacciones: nos paralizamos o corremos para huir de la situación. Por  otra parte están los sentimientos que aunque asumamos que es lo mismo que la emoción muchos psicólogos los han diferenciado, para Bach y Darder (2002) los sentimientos poseen un componente cognitivo, es decir un sentimiento es una emoción hecha consciente.

Existen muchas emociones, pero varios expertos en el tema, coinciden en hablar de las emociones básicas (alegría, tristeza, miedo e ira), se conocen así por su universalidad y que en la mayoría de los casos las otras emociones se desencadenan de las mismas, pudiendo ser hasta una combinación entre estas, de allí pues que observamos cuan compleja son, Goleman las conceptualizo de la siguiente forma:

  • Ira: rabia, enojo, resentimiento, furia, exasperación, indignación, acritud, animosidad, irritabilidad, hostilidad y en caso extremo, odio y violencia.
  • Tristeza: aflicción, pena, desconsuelo, pesimismo, melancolía, autocompasión, soledad, desaliento, desesperación y en caso patológico, depresión grave.
  • Miedo: ansiedad, aprensión, temor, preocupación, consternación, inquietud, desasosiego, incertidumbre, nerviosismo, angustia, susto, terror y. en el caso de que sea psicopatológico, fobia y pánico.
  • Alegría: felicidad, gozo, tranquilidad, contento, beatitud, deleite, diversión, dignidad, placer sensual, estremecimiento, gratificación, satisfacción, euforia, capricho, éxtasis y. en caso extremo, manía.

Cuando estas se manifiestan en nosotros existen una serie de cambios psicofisiológicos, por ejemplo es común cuando se está enojado el aumento en el ritmo cardiaco, la activación de hormonas como la adrenalina y que aumente el flujo sanguíneo hacia las manos de allí la tendencia de utilizarlas, hasta para dar un golpe, por su parte en el miedo la sangre comúnmente se retira del rostro (produciendo palidez), activando hormonas que nos permiten estar en estado de alerta, mientras que la alegría activa el centro cerebral que se encarga de inhibir los sentimientos de inquietud y preocupación. Cabe destacar, que todas son necesarias e importantes para nuestro desarrollo y nadie está exento de sentirlas, a menos que posea una lesión cerebral.

Entonces, ¿por qué si las emociones son tan importantes para nuestra supervivencia y desarrollo, en las escuelas no dan materia de inteligencia emocional?, ¿por qué desde pequeños no nos enseñan a conocerlas y a manejarlas?, y es que socialmente siempre se le ha dado más importancia a la razón que a la emoción, sin saber que estas siempre van agarradas de la mano, pueden existir personas que dicen que utilizan más la razón que la emoción o viceversa, pero es importante que entendamos que una no excluye a la otra, sin embargo, si logramos que ambas se compaginen hablamos de madurez o a lo que psicólogos como Goleman denominaron inteligencia emocional.

La inteligencia emocional vs la inteligencia del coeficiente intelectual (CI)

Generalmente desde pequeños nos miden por nuestro CI, nos realizan pruebas de lógica, matemática, literatura, idiomas, entre otras, nos enseñan a pensar que dependiendo de nuestras calificaciones será nuestro éxito, que las personas que arrojan mayores resultados en las pruebas que miden inteligencia son las que tienen mayores posibilidades, pero resulta que ninguna de estas pruebas puede predecir el futuro, ni tampoco abalan que este individuo tenga el éxito asegurado, para alcanzar éste existen otros factores los cuales son tomados poco en cuenta y poseen una invaluable importancia, como lo es: la empatía, la capacidad de sociabilizar, la iniciativa, la capacidad de adaptación y persuasión, entre otros, rasgos que generalmente parecen carecer de importancia durante el periodo universitario, pero son resaltantes al  momento de contratarte para un trabajo.

Entonces suele suceder que el que veías menos aplicado en clases, pero que poseía un gran carisma y era muy sociable ocupa un alto puesto gerencial, mientras que el más aplicado es  su subalterno, y ¿cuál será la razón de esto?, bueno uno posee características de la personalidad que se adecuan para la gerencia mientras que el otro no, uno es muy maduro a nivel cognitivo pero emocionalmente no. Entonces definimos la inteligencia emocional basándonos en varios preceptos como el conocimiento de nuestras propias emociones, la capacidad de controlar nuestras emociones, motivarnos a nosotros mismos, la empatía y el control de las relaciones.

¿Cómo se desarrolla la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional se va desarrollando desde antes de nacer, existen varios estudios como el de la psicobióloga Vivette Glover, que han demostrado que los niveles prenatales de ansiedad de la mujer embarazada afectan al niño, por tanto proponen programas donde no solo se brinde el cuidado de la salud física hacia la madre, sino también cuidados a la salud emocional. De allí pues, que debemos destacar que desde pequeños aprendemos a manejar las emociones según sea nuestro entorno, los padres son los principales promotores de la salud emocional. Por ejemplo, si un niño crece en un ambiente agresivo e inseguro, ¿Cómo será el desarrollo de su inteligencia emocional?.

Del mismo modo, Goleman afirma que la inteligencia emocional constituye un aprendizaje lento, que prosigue durante toda nuestra vida y que nos permite ir aprendiendo de nuevas experiencias, y según los preceptos que propuso podemos trabajar en ésta de la siguiente forma:

  • Conociendo nuestras propias emociones: reconocer los sentimientos en el mismo momento en que aparecen, poder utilizar nuestra lógica para descubrir por qué estamos sintiendo lo que estamos sintiendo, es la principal pauta en la inteligencia emocional, aunque suene sencillo es uno de los aspectos que más requiere trabajo, aquí entra otra vez la capacidad de conocernos, por ejemplo, sucede con mucha frecuencia que la ira por un acontecimiento que no se ha canalizado correctamente genere frustración y que la descarguemos con la primera persona que esté al alcance, se puede ver en el esposo que recibió un llamado de atención de su jefe, llegó a casa y comenzó a discutir con su esposa.
  • Controlando nuestras emociones: se entiende como la capacidad que tenemos de tranquilizarnos a nosotros mismos, cuando la desarrollamos podemos recuperarnos con rapidez de los contratiempos que se nos presentan, es decir, no puedo controlar la rabia que sentí cuando iba manejando y alguien me quitó el paso lo que casi origina un choque, esa rabia inicial no la controlo, pero si puedo controlar los pensamientos que surgen, entonces hay dos opciones, o sigo pensando que por culpa de esa persona casi hay un accidente y lo comienzo a insultar, hasta la pobre madre que nada tiene que ver sale relucir y mi agitación aumenta, es más sin darme cuenta estoy apretando con mucha fuerza el volante y disminuyo o acelero la velocidad, entonces otro señor se me atraviesa (aunque en realidad la atravesada soy yo), y ya está, encontré al inocente en el que descargue mi furia, o la segunda opción que es más sencilla y nos afecta menos, pienso: bueno puede tener una emergencia, o es un inconsciente y listo, estamos siendo más lógicos y menos agresivos, lo cual a la larga es un beneficio para nosotros. Un ejemplo de control emocional se evidencia en el siguiente vídeo:

  • Motivarse a uno mismo: el control emocional permite que tengamos mayor tolerancia a la frustración, y en caso de caernos, levantarnos con mayor facilidad e impulso, el tener objetivos y metas es esencial para cualquier ser humano, desarrollar la atención y creatividad, nos permiten estar más cerca de la meta, cabe destacar que cuando conocemos mejor nuestras emociones y sentimientos, somos capaces de saber qué es lo que queremos y que es lo no queremos, por tanto es muy común que una persona con escasa inteligencia emocional, presente dificultades al momento de escoger una carrera universitaria o hasta una pareja. No tiene definido que es lo que desea porque no sabe que es lo que siente.
  • Reconocimiento de las emociones ajenas: esto se conoce como empatía y es la capacidad de reconocer las emociones en los demás, de colocarse en sus zapatos, es una habilidad con mucho peso a nivel social y laboral, y aunque para muchos carezca de sentido, es importante porque el saber lo que siente el otro me permite conocer cómo acercarme al mismo, un ejemplo de esto son los vendedores que desarrollan esta habilidad por lo general son los más exitosos. (Dato curioso: ¿sabían que una característica en el plano afectivo de los psicópatas es que no poseen empatía?).
  • Control de las relaciones: en este apartado se habla de la capacidad de relacionarse adecuadamente, de establecer vínculos adecuados, de comunicarse de forma afectiva, reconocer cuando alguien a tu alrededor es tóxico y alejarlo, son claves de la inteligencia emocional.

Algunos tips…

  • Inicia un diario por dos semanas donde escribas de manera continua las emociones que sientes durante el día, posterior a esto escribe los pensamientos que van de la mano de las mismas o que tú crees que las originaron. Cuando terminen las dos semanas, léelo y revisa cuál de esas situaciones fue positiva o negativa, que pensamientos puedes cambiar para que no aparezcan o se prologuen más de lo necesario esas emociones indeseadas. Esto lo puedes convertir en un hábito que a la larga te permitirá conocerte mejor.
  • La distracción es un elemento fundamental, cuando queremos salir de estados emocionales negativos muy fuertes como la rabia o la tristeza, un científico en EE.UU lo demostró con un experimento donde los sujetos a investigar fueron sometidos a insultos y descalificaciones, posterior a esto, los separaron en dos grupos uno vio una película violenta y sangrienta mientras que el otro grupo vio una película alegre y cómica, al finalizar ambos grupos los enfrentaron a las personas que los habían maltratado psicológicamente y el primer grupo tuvo una respuesta violenta, mientras que el segundo no. Es así como se ha demostrado que el encontrar actividades que nos distraigan de emociones negativas que han permanecido mucho tiempo en nosotros es una muy buena estrategia.
  • El ejercicio físico como el aerobic es de gran ayuda, por ejemplo en casos de depresión, ya que la actividad corporal que se realiza permite que el cuerpo cambie la condición fisiológica pausada en la que se encuentra por una más dinámica, mientras que el caso de agresividad la meditación es de gran ayuda.
  • Colocarnos actividades pequeñas que siempre queríamos hacer, como un curso, sembrar, pintar, manualidades o iniciar un deporte, entre otras, las cuales permiten crecer en nosotros la sensación de éxito y recompensa. finalmente le dejamos cerraremos con el siguiente vídeo que te brindara técnicas, divertidas y fáciles para desarrollar tu inteligencia emocional.

Recuerda que:

La habilidad de hacer pausa y no actuar en el primer impulso se ha vuelto un aprendizaje crucial en la vida diaria.

Daniel Goleman

Lcda. Andrea Guerrero.

Lcda. Ana Vasconcelos.